Un caso difícil, la novela número 21 de la serie de Jaume Copons y Liliana Fortuny, ya está aquí. Los autores se inspiran en la realidad para sus aventuras, y esta vez la novela gráfica habla de la corrupción sistémica y las noticias falsas, de engaños y de percepciones, pero también del triunfo de la justicia y la amistad. En definitiva, tenéis en vuestras manos un homenaje a la literatura detectivesca.
El padre de Lidia ha caído en una trampa orquestada por el malvado Dr. Brot y una banda de ladrones de guante blanco. Ahora está en la cárcel, acusado de haber robado en el Galerbank. Para ayudar al honorable Mr. Lines, Agus y los monstruos se inspirarán en las mejores novelas de detectives de todos los tiempos.
Aprender de los mejores: de Poirot a Sam Spade y Philip Marlowe
¿Qué hace falta para ser un buen investigador? Hay que observar, analizar, deducir y comprobar. Leyendo libros, Agus, Lidia y los monstruos aprenden sobre habilidades detectivescas: el método deductivo de Sherlock Holmes; el razonamiento lógico de Dupin, las habilidades de observación y el conocimiento de la naturaleza humana de la señorita Marple, la gran empatía de Maigret con los delincuentes, la confianza de Poirot en su cerebro, y la desconfianza hacia las cosas obvias; la conocida incorruptibilidad de Philip Marlowe y la integridad, sin duda, de Sam Spade.
El valor de la amistad
Otro de los elementos esenciales, nos recuerda el libro, es la amistad. Porque los buenos amigos están ahí para apoyarse en los momentos difíciles, ¿verdad? Como dicen los protagonistas, cuando las cosas se complican, es fundamental tener a tus amigos al lado. ¡La amistad es una de las mejores cosas del mundo!
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